La delegada de la Xunta en A Coruña, Belén do Campo, visitó esta mañana el centro ocupacional Pascual Veiga, una entidad sin ánimo de lucro que se constituyó en el año 1991 por padres y madres de personas con discapacidad intelectual. Este centro trabaja para formar a personas con discapacidad intelectual, mayores de 18 años, para que adquieran las destrezas y habilidades que les posibiliten su integración laboral y social. Para eso, esta entidad cuenta con varios programas formativos que están diseñados para la consecución de distintos objetivos: elevar la competencia profesional, inculcar buenos hábitos y conductas básicas que se ponen en juego en el desempeño de cualquiera trabajo y fomentar la asertividad, etc. Estos programas se aplican en el Taller Formativo de Estarcido e Estampaxe Textil, en el Taller Formativo de Encadernación e Papelería e el Servizo de Terapia Ocupacional.
Pascual Veiga dispone de 26 plazas autorizadas de las cuales 22 son concertadas por lo que perciben de la Xunta de Galicia 195.000 euros anuales. La representante del Gobierno autonómico destacó que hasta el 2023 percibían 121.000 euros para estas plazas pero, con la entrada en vigor del nuevo Concierto Social de Discapacidad el pasado 1 de marzo, reciben 74.000 euros más, lo que les permite ejercer su labor de una forma más eficiente.
La delegada de la Xunta agradeció a la directiva y a los trabajadores la labor que desenvuelven y señaló que «La Xunta a través de la Consellería de Política Social está realizando un importante esfuerzo para ofrecer alternativas reales a personas que solo a través de la integración laboral consiguen una integración real en la sociedad». Además destacó que «uno de los pilares en este ámbito es el apoyo a los familiares para que puedan afrontar de la mejor manera posible sus necesidades». Para lograrlo puso como ejemplo el papel que juegan entidades como Pascual Veiga que ya forman parte de la identidad de esta ciudad.