La nueva convocatoria de Acciones Formativas para Desempleados (AFD) está dotada con 50 M€ y fue replanteada por completo en el marco de la transformación hacia un modelo más eficaz y alineado con las necesidades reales del tejido productivo
Entre las principales novedades, se introduce la posibilidad de recibir microformaciones y, por primera vez, se incluye la formación dual obligatoria en las formaciones de larga duración, con un mínimo del 25% en entornos de trabajo
La colaboración entre las entidades formativas y empresas será fundamental, pudiendo el tejido productivo demandar directamente acciones formativas a través de los centros para garantizar una respuesta ágil a sus demandas
Las oficinas de empleo también refuerzan su papel, identificando necesidades formativas por sectores y territorios y proponiendo itinerarios a los candidatos con la ayuda de herramientas como EMi
Las ayudas, dirigidas a centros acreditados, podrán pedirse hasta el 30 de noviembre de 2025 y se completarán en 2026 con una orden específica que estará abierta desde comienzos de año y durante buena parte del ejercicio
La Xunta abre hoy el plazo de solicitudes de la nueva orden de Acciones Formativas para personas Desempleadas (*AFD), dotada con 50 M€ y que representa un avance estratégico clave en la consolidación del nuevo modelo gallego de formación para el trabajo con el objetivo de consolidar una oferta pública de formación más dinámica y alineada con las necesidades reales del comprado laboral gallego.
La nueva orden AFD —que prevé beneficiar la cerca de 12.000 personas— incorpora importantes novedades que suponen un nuevo paradigma para todos los agentes implicados. Para las personas desempleadas, la convocatoria representa una oportunidad de modular su capacitación y reducir el tiempo de formación. Gracias a la flexibilidad en la duración de las acciones y a la participación de las oficinas de empleo en la orientación y selección del alumnado, cada itinerario podrá adaptarse mejor a los perfiles y objetivos #profesional, aumentando su impacto. Como novedad clave, cada acción formativa debe responder a una demanda real, con un compromiso previo acreditado por las entidades formativas de un mínimo del 30% del alumnado. Además, podrán impartirse grados B (200-300 h) y C (600-1.000 h), y por primera vez microformaciones de grado A (30-40 h), lo que abre un nuevo escenario más amplio, dinámico y adaptado a los perfiles diversos y a las necesidades reales del comprado. Para las empresas, implica apostar por un modelo donde la formación va pareja a la realidad productiva. Así, cuando demanden una necesidad concreta de capacitación, podrán canalizarla a través de los centros acreditados, garantizando una respuesta ágil. Además, nos programas de grado C, se introduce de forma obligatoria la formación dual, que requiere que por lo menos el 25% de las horas se desarrollen en entornos reales de trabajo, reforzando la utilidad práctica del aprendizaje. Las oficinas de empleo también refuerzan su papel estratégico en este modelo, asumiendo funciones clave en la identificación de necesidades formativas por sectores y territorios.
Hace falta señalar que en este ecosistema a colaboración entre empresas, oficinas de empleo y entidades formativas se convierte en un pilar fundamental. Por ejemplo, si una empresa de distribución necesita incorporar personal para su almacén, con capacidad para gestionar pedidos y trabajar en equipo, a través de EMi la oficina de empleo puede identificar perfiles con experiencia en tareas físicas pero sin formación en gestión. En cuyo caso, puede prescribirse la microformación específica en este ámbito, permitiendo completar el perfil profesional de las personas candidatas y mejorar su empleabilidad. Esto facilita la adaptación al puesto y reduce el tiempo para cubrir vacantes.
Detalles de la convocatoria
El plazo de solicitudes permanecerá abierto hasta el 30 de noviembre de 2025. Cuenta con un presupuesto de 50 M€, procedente de fondos finalistas del Estado, repartido en dos anualidades: 30 M€ en 2025 y 20 M€ en 2026, para financiar acciones que se inicien este año y puedan prolongarse en el siguiente. Con el objetivo de desestacionalizar la oferta y dar carácter anual a la convocatoria en el futuro, esta orden es de transición y se completará en 2026 con una específica que estará abierta desde comienzos de año y durante buena parte del ejercicio.
Podrán ser beneficiarias las entidades y centros de formación acreditados para impartir las ofertas formativas del Sistema de Formación Profesional de los grados A, B y C y se contemplan anticipos de hasta el 60 % para garantizar su solvencia. Los cursos se dirigen preferentemente la personas desempleadas, aunque se permite la participación de ocupadas hasta un 30 % de las plazas, siempre que no se cubran con personas sin trabajo.
Enlace a la orden en el DOG: