Dirigidas tanto a personas desempleadas como ocupadas, son las AFD (50 M€), la de unidades formativas en empresas con compromiso de contratación (8 M€), la de formación a demanda del tejido productivo (4 M€) y el Bono Talento Empresa (2 M€)
El plazo se prolonga hasta el 30 de noviembre en las acciones formativas para desempleados, hasta el 30 de septiembre en las unidades formativas y a la formación a demanda para personas ocupadas y hasta el 15 de septiembre en los Bono Talento Empresa
Estas convocatorias se enmarcan en el compromiso del Gobierno gallego a favor de una formación flexible, de corta duración, tanto para personas empleadas como desempleadas, adaptada a las necesidades de las personas y de las empresas
La Xunta ha abierto el plazo de cuatro líneas de ayudas diferentes para impulsar la formación de más de 17.000 personas demandantes de empleo u ocupadas, facilitando a través de acciones diseñadas a la medida de las necesidades del tejido productivo las oportunidades laborales de los gallegos y gallegas para favorecer la cobertura de vacantes. En concreto, se trata de la nueva orden de acciones formativas para personas desempleadas – AFD (50 millones), la de unidades formativas en empresas con compromiso de contratación (8 M€), la de formación a demanda del tejido productivo gallego para personas ocupadas (4 M€) y el Bono Talento Empresa (2 M€).
Formación para personas desempleadas
Primeramente, las acciones AFD -una convocatoria de transición que se completará a comienzos de 2026 con una nueva orden- está abierta hasta el 30 de noviembre, con la previsión de beneficiar cerca de 12.000 personas que podrán modular su capacitación y reducir el tiempo de formación. Gracias a la flexibilidad en la duración de las acciones y a la participación de las oficinas de empleo en la orientación y selección del alumnado, cada itinerario podrá adaptarse mejor a los perfiles y objetivos profesionales, aumentando su impacto.
Como novedad clave, además de los grados B y C podrán impartirse por primera vez microformaciones de grado A, lo que abre un nuevo escenario más amplio, dinámico y adaptado a los perfiles diversos y a las necesidades reales del mercado. Para las empresas, implica apostar por un modelo donde la formación va pareja a la realidad productiva. Así, cuando demanden una necesidad concreta de capacitación, podrán canalizarla a través de los centros acreditados, garantizando una respuesta ágil. Además, en los programas de grado C, se introduce de forma obligatoria la formación dual, que requiere que por lo menos el 25% de las horas se desarrollen en empresas en entornos reales de trabajo.
En relación a las unidades formativas en empresas, el plazo de solicitud está abierto hasta el 30 de septiembre, con la previsión de calificar más de 2.500 personas desempleadas a través de unas 200 acciones y con el compromiso de contratación de entre el 40 % y el 60 % del alumnado participante. La iniciativa permite, de este modo, llevar a las empresas formaciones flexibles y a la demanda de sus necesidades reales y de sus perspectivas de crecimiento, promoviendo en paralelo nuevas oportunidades laborales para las personas sin trabajo.
Así, una de las principales novedades de esta edición es que también pueden solicitar las ayudas las asociaciones empresariales o sectoriales, como los clústeres, lo que contribuirá a seguir adaptando la capacitación profesional de los gallegos y gallegas en situación de desempleo a los perfiles profesionales que exigen los diferentes entornos y sectores.
Formación para personas ocupadas
En lo que respecta a la formación a demanda de las empresas para personas ocupadas, está abierta también hasta el 30 de septiembre para facilitar la impartición de ofertas de grado C conducentes a la obtención de certificados profesionales. Esta iniciativa, que busca formar a más de 1.000 personas, potencia también las formaciones de corta duración (grado B, que es un módulo de entre 200 y 300 horas para acceder a certificados de competencia) y mismo las microformaciones (grado A, que es un bloque concreto incluido en un módulo, de unas 30 o 40 horas y para acreditaciones parciales de competencia).
Por último, los Bonos Talento Empresa -también destinados a personas ocupadas-, pueden solicitarse hasta el 15 de septiembre con la previsión de beneficiar 130 empresas y formar a alrededor de 1.500 trabajadores y trabajadoras. Se trata de una línea de ayudas destinada a fomentar acciones formativas no regladas, de corta duración y diseñadas específicamente para dar respuesta a las necesidades particulares de cada empresa. Con el objetivo de reforzar las competencias de los planteles con un enfoque en los ámbitos digital, industrial, de gestión o servicios a la clientela, este año se incorporó como novedad también formación vinculada con las tecnologías limpias y el uso eficiente de los recursos.
Apuesta de la Xunta por la formación flexible
Estas acciones se enmarca en la apuesta de la Xunta a favor de una formación flexible, de corta duración, tanto para personas empleadas como desempleadas, adaptada a las necesidades tanto de los gallegos y gallegas como de las empresas. Dentro de esta estrategia pionera destacan otras acciones como las colaboraciones con clústeres y entidades de sectores estratégicos o el futuro decreto de microcredenciales para el trabajo.