La Consellería de Emprego, Comercio e Emigración comenzó a notificar las entidades beneficiarias de un importe próximo a los 72,1 millones de euros para que puedan impartir un total superior a los 1.500 cursos en el marco de la convocatoria de formaciones para desempleados 2024-2025, con la previsión de que puedan participar más de 23.300 personas. La Xunta continúa así reforzando la formación para el empleo con el reto principal de ajustar las acciones a los perfiles que demanda el tejido productivo y de dar respuesta así a las vacantes que existen en el mercado laboral.
En concreto, a las provincias de A Coruña y Pontevedra se les conceden sendos montantes de casi 23,8 millones de euros, mientras en Lugo y Ourense la ayuda global aprobada es de sus respectivos importes próximos a los 12,3 millones.
Para optar a estos apoyos se dio prioridad a las especialidades más demandadas por las empresas gallegas y por las personas trabajadoras en las oficinas de empleo, revisándose y modificándose esta relación de materias formativas consideradas como prioritarias, además de evaluarse su empleabilidad. Entre los perfiles que están siendo más requeridos destacan los vinculados con la atención sociosanitaria a personas dependientes en instituciones sociales, auxiliares de servicios administrativos y generales, transporte sanitario, actividades auxiliares de almacén o operaciones básicas de cocina, entre otros.
Estas especialidades formativas prioritarias se consideran por comarca o a nivel de Galicia y, además de estar coordinadas con el tejido productivo gallego, cuentan con un estudio elaborado por la Universidad de Santiago de Compostela (USC) en colaboración con el Observatorio de Prospectiva do Mercado de Traballo de la Consellería de Emprego, Comercio e Emigración. De este modo, cuando se detecta demanda de una formación concreta que impacta en un número elevado de comarcas, la priorización es para toda Galicia; y cuando existe una fuerte demanda focalizada en una o más comarcas concretas, pero que no está generalizada para todo el territorio, se prima la impartición de esas especialidades formativas en aquellas zonas específicas en las que se detectó la necesidad.
Los apoyos autonómicos van dirigidos de manera prioritaria a las personas desempleadas, aunque también pueden participar en los cursos las personas trabajadoras ocupadas hasta un límite del 30% de las plazas, siempre y cuando no se cubran con personas sin empleo.
Más flexibilidad, también para el alumnado
La convocatoria presentaba importantes novedades en lo referido al acceso del alumnado a los cursos. Por primera vez, no se exigirá tener la titulación precisa para un curso de manera previa, permitiendo formarse en paralelo. Esto quiere decir, en la práctica, que un alumno sin Bachillerato que desee estudiar un grado C de nivel 3 -a efectos académicos, equivalente a ese nivel educativo- podrá estudiar, a la vez, el curso formativo y las competencias claves precisas para obtener este certificado profesional.
Además, también como novedad, el alumnado podrá estudiar un curso completo o módulos específicos incluidos en un certificado profesional, dentro de la apuesta de la Xunta por flexiblizar al máximo la formación y ajustarla a las necesidades de empresas y trabajadores.
Pueden ser beneficiarias de estas ayudas las entidades y centros de formación que estén acreditados o, de ser el caso, inscritos para impartir en Galicia las ofertas formativas del Sistema de Formación Profesional de los grados B y C (correspondientes a la obtención de los certificados de competencia y profesionales) y/o las competencias clave para las cuáles se soliciten las ayudas, ya sea en la modalidad presencial o virtual.